martes, 21 de mayo de 2013

Pecora nera



Lo simple de la naturaleza y lo complejo del nuestro mundo creado... probablemente si continuáramos como el antiguo homo-sapiens, ignorantes y animales, todo seria mas sencillo.

Como las nubes, somos entes gregarios, necesitamos estar en grupos, protegernos y odiarnos entre nosotros. Y sin embargo (y aún natural) existen afinidades, nubes que forman bellas formas en el cielo, como una pintura de ensueño; incluso para nosotros, las nubes negras tienen su belleza particular y retorcida. De alguna forma la moral, el bien y el mal, y las estúpidas ideas que nos inculcan sobre como esas idioteces idealizadas son el plan final. 

Cuando uno aprehende a abrir los ojos, todas esas banalidades pierden sentido, y te confinas en tu nueva realidad. Un camino que debes recorrer solo, y aquellas personas más queridas solo se vuelven una mancha borrosa que trata engullirte. Solo personas igual de conscientes que tu pueden comprender esa sensación, caminos parecidos tendrás con ellos tal vez... pero siempre estamos solos.


Una nube solitaria sobre el océano.

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